8 de noviembre de 2007

Alarma anti-incendios

El domingo pasado tuve un "incidente" con los de seguridad de la residencia donde vivo. Eeeeeeeeeh quieeeetos, quieeeeetoooos, no os pongáis nerviosos que no me deportan. Resulta que estaba cocinando algo para comer, no mucho porque era cuando más me dolía mi muela, y lo típico cuando cocinas pues que a veces sale un poquito más de humo de lo normal de la sarten. El caso es que el captador de humo de la cocina estaba encendido pero aun así se acumuló un poco de humo en mi cuarto, que además no es muy amplio. Decidí abrir las ventanas un rato para ventilar la habitación. Así quedó la cosa cuando a los 5 minutos llaman a mi puerta. Primera vez en 2 meses que alguien llama a mi puerta. Y como resulta que 20 minutos antes mi vecino de enfrente que tiene como unos 40 años (estudiante, se supone) me había invitado a un dulce porque acababa de tener una hija, pensé que sería él.


La sorpresa fue mayúscula cuando vi a un mostrenco de 2 metros de ancho y 3 de alto, vestido con un mono, walkie y cara de pocos amigos. Se identificó como seguridad del edificio y me preguntó si había estado cocinando, le dije que si, me dijo que había saltado la alarma de incendios y que abriera las ventanas. Me pidió identificación y los datos. Consultó por walkie si yo era el propietario del piso. Yo intenté hacerme su amigüito y le pregunté si pasaba algo malo. Él me dijo que no y que pasaba todo el tiempo. Ya por fín, después de comprobar que la casa no se quemaba se fue.


Pero lo mejor de todo es que hace unas tres semanas tuvimos problemas porque se disparaba la alarma de incenidos, una sirena sonando a todo volumen, y no paraba durante cinco largos minutos. Una de las veces se disparó a las 2 de la mañana, con todo el mundo durmiendo. Os podéis imaginar el susto, durmiendo y que de repente te despierte una sirena como las de las ambulancias, casi me caigo de la cama. Lo más gracioso de todo es que la alarma no sonó el domingo.

No hay comentarios: